VÍCTOR HUMAREDA GALLEGOS
FRAGMENTOS DE CARTAS A SU MADRE, DESDE PARÍS, DONDE PERMANECIÓ UN MES EN 1966
Mi situación en París se está tornando angustiosa al extremo. La plata se está acabando. Ninguna persona compra aquí cuadros. He hecho un Quijote que nadie lo quiere. No sé francés. Los amigos peruanos solo invitan un té. Envíeme el pasaje de retorno a Lima. El dueño del hotel no tendría ningún miramiento en echarme a la calle. Además, el invierno comienza y mi salud es delicada. Aquí nadie me conoce. (1 de noviembre)En el momento en que le escribo está nevando. Quedarme aquí significaría la muerte. Se terminan los francos. Me quedan 60. Dentro de dos o tres días no tendré nada. Lloro todos los días. En qué hora hice este viaje fatal para mí. Usted no sabe cuánto me pesa haber hecho el viaje. Rembrandt, Goya, Velázquez, Gauguin, Tolouse Lautrec, El Greco, son los culpables por mirarlos auténticamente. Me vienen una pena y una nostalgia indescriptibles. Sólo pienso en Lima. ¡Gente extraña hablando francés a todas horas!. (3 de noviembre)
Ya se terminó el dinero. Iré a dormir no sé dónde. De esta situación yo solo soy el culpable. Mándeme el pasaje a la Embajada del Perú (…) Voy a ver si Rodriguez Larraín o Piqueras me dan hospedaje. Estoy comiendo en la casa de Gerardo Chávez. Hoy salgo de la 16, Rue Nancy. Nadie quiere mi pintura. (días después)
PD
Tacora es mejor que París (Humareda, al desembarcar en el Callao, de vuelta de Europa en el vapor Verdi)
CARTA NOTARIAL A UN COMPRADOR MOROSO
Lima, 15 de noviembre de 1978
Señor:
Hace más de un año que me tiene Ud. clavado a una cruz y no veo en el horizonte forma alguna o Quijote a la vista que me alivie de este perenne estado de angustia producido por Ud. ¿Por qué no me paga lo que me debe por el cuadro que a mala a hora le vendí hace más de un año? Durante ese tiempo Ud. no ha hecho otra cosa que obligarme a hacer largas antesalas en su lujoso estudio para luego, con evasivas, decirme que no tiene dinero, que todavía no le pagan y, finalmente, con malos tratos a mi persona, decir me que no me adeuda nada. ¿Será mi destino ser burlado y mal pagado como César Vallejo? Mi trato con Ud. siempre ha sido cordial, amable y sencillo. Ese es mi estilo. Ese es Víctor Humareda. Pero Ud. ha abusado de mi amistad y donde vio gentileza ha creído percibir debilidad. No será Ud. mi biógrafo. La universidad a nombre de la nación le ha otorgado el título de abogado. Pero carece Ud. de sensibilidad con el prójimo. En sus paredes no cuelgan Humaredas, sino telas manchadas. Si Ud. no cree en su propia alma menos puede captar la mía. Hace más de un año, por la amistad que me invocaba, le vendí el cuadro de mi creación por la irrisoria suma de 15,000 soles y después de mucho sudor y desgaste de suela, sólo me ha pagado 4,400 soles -cantidad pagada a puchos-. Modalidad que no está a la altura de su profesión. Ni de la mía. La profesión del pintor no puede ser regateada, limosneada ni envilecida.
POR TANTO, le pido a Ud. que reflexione y que no quede mal. Págueme los 10,6000 adeudados o devuélvame mi cuadro. Ya verá cómo en esa misma oportunidad le devuelvo sus 4,400 soles ¡Y santas paces! Pero como en la vida todo tiene su límite, el suyo es hasta el lunes 21 del presente mes. Después de esa fecha me veré obligado a defender mis derechos en la forma que mejor me convenga.
DESATENTAMENTE
Víctor Humareda Gallegos
Domicilio: MUSEO HUMAREDA Hotel Lima (Dpto. 283) Av. 28 de Julio 2560 La Victoria.
Walter Paz Quispe Santos.
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