ROLANDO CÁRDENAS Chile, 1933 - 1990
Creyó en la Utopía. Más que eso fue militante, orgullo de los pueblos australes, que apenas quedan rastros, y cuyas voces suenan de algún modo en su poesía, Cuentan sus amigos en sus buenos tiempos era asombroso, frente a una parrillada. Bohemio impenitente, bebía como un húsar y tenía fama de curado. ¿Para qué quieren enseñarme a leer el Pato Donald cuando ya dejé de leerlo? Se preguntaba a veces con sorna y atenuada furibundia.
El HOMBRE DE LA SOLEDAD, DE LAS GRANDES EXTENSIONES.
AHORA SE HA SENTADO SOLEMNE Y EXTRAÑO
Ahora se ha sentado solemne y extraño
en un rincón de la gran cocina de la casa
donde el color de las paredes es el alimento del silencio
y escuchar el antiguo nacimiento del agua
es penetrar al interior de la piedra devorada
en mañanas opacas.
en un rincón de la gran cocina de la casa
donde el color de las paredes es el alimento del silencio
y escuchar el antiguo nacimiento del agua
es penetrar al interior de la piedra devorada
en mañanas opacas.
En su rincón favorito
sombras sin término son sus manos
acariciando a un gato legendario y huraño.
sombras sin término son sus manos
acariciando a un gato legendario y huraño.
Hace tiempo ha decidido cubrir sus ropas de musgos
cambiando de lugar por otro que desaparecerá
recriminado huésped que adelgaza su sombra
dentro de una vastedad marítima densa, obstinada,
y como los pasos de Jakob y Wilhelm Grimm
por sus comarcas,
los suyos eran su voz después de ausencias
de ríos de la noche,
sus mágicos seres invocados sin descanso
ante el asombro colmado de instantáneas alas
casi desconociendo el prodigio de su propia sangre
hasta hacer olvidar el temor a la gran lluvia y
al gran viento blanco.
Poderoso es el deseo de reencontrar sus atávicos vínculos
las más fieles palabras hacia atrás del espejo
recuperando rostros, otra vez el trayecto
y las largas zancadas allá de los parientes
iluminadas ahora por la emersión de un astro.
Extranjero casi desde su última estancia
sorprendido silencio es el que hoy envuelve
su gran cansancio, su enigmática actitud patriarcal
de regresar en busca de algo perdido u oculto
por otra tierra oscura
a escuchar las voces de sus hijos y sus nietos,
ensimismado, ennoblecido por los años,
esperando y ausente.
las más fieles palabras hacia atrás del espejo
recuperando rostros, otra vez el trayecto
y las largas zancadas allá de los parientes
iluminadas ahora por la emersión de un astro.
Extranjero casi desde su última estancia
sorprendido silencio es el que hoy envuelve
su gran cansancio, su enigmática actitud patriarcal
de regresar en busca de algo perdido u oculto
por otra tierra oscura
a escuchar las voces de sus hijos y sus nietos,
ensimismado, ennoblecido por los años,
esperando y ausente.
Rolando Cárdenas. QUE TRAS ESOS MUROS (colección ENCUENTRO)
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