Una
paradoja, que está por desarrollarse y acaso
pasar a enriquecer y problematizar la literatura peruana, es cómo un
peruano de segunda generación --que por sus abuelos españoles es Vallejo-- influencia de modo directo
(particularmente con Trilce) la poesía de Alejandro Peralta (Ande, 1926) y --a
pesar de no gustar de Vallejo o no valorarlo-- también la compleja obra
dramático-retablista de su hermano Arturo o “Gamaliel Churata” presente en El
pez de oro [1927] (1957); y, en consecuencia, movimientos autoctonistas como el
que representó y animó el Grupo Orkopata en Puno (1926-1930) y que dirigieron
ambos hermanos.
El
pez de oro: la Biblia del indigenismo, según Omar Aramayo, o el ur-text de las
diglosias literarias formales peruanas, según Enrique Ballón (Usandizaga
13). Aunque debemos a esta misma autora
puntualizar que: “la obra de Churata se aleja de la de la mayoría de los
indigenismos, que trataron de representar el mundo indígena; para él, el
proyecto era conectar con el saber y la sensibilidad de ese mundo para escribir
una obra que reivindicara los orígenes
de los culturalmente mestizos como él y a la vez hiciera visible lo propiamente
indígena fuera de los estereotipos
ligados a la mirada externa, en la medida, claro, en que es posible evitar esa mirada por parte de un
no-indígena” (Usandizaga 14). Conviene
recordar que Gamaliel Churata polemizó
con César Vallejo en torno a la dura crítica de este último a las vanguardias [Boletín
Titikaka, mayo de 1927]; pero como bien apunta Elena Usandizaga en su reciente
edición de El pez de oro: “al final su obra va en el sentido de lo que
reclamaba Vallejo: un vanguardismo no mimético y cuya originalidad no radicará
en las fórmulas de lo nuevo, sino en una sensibilidad más profundamente
rupturista” (Usandizaga 27). No está
demás proponer, apenas deslizado aquí, lo productivo que podría ser en un
estudio posterior ligar Trilce con El pez de oro en tanto versiones distintas y
complementarias del mito de Inkarri; ya que, y no sólo en el caso del poemario
de 1922 y probablemente de gran parte de la poesía de César Vallejo: “En El pez de oro sí hay una referencia
directa y relacionada con el significado de lo soterrado que ha de volver: la
apreciamos en la aparición mítica del Inca, personificada en el Puma de oro,
Khori-Puma, y su sucesor el Pez de oro, Khori-Challwa” (Usandizaga 55).
1 comentario:
El autor de esta reseña es Pedro Granados:
http://blog.pucp.edu.pe/item/174027/trilce-el-pez-de-oro-e-inkarri
Gracias por aclararlo.
PG
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