CERCANÍA Y LEJANÍAS
Acaso desparramado en el lado más débil
de la distancia la ternura del trotamundos
¿podrá ladear su cansancio de arenisca?
No, no traten inútil detener
la tromba ambivalente de hallar
hermosura en cada puerta algo abierta de llegadas.
Tal es así la dicha vibrando en cada rastro
levantando polvareda de sueños en los corazones
llenos de alondras y destellos de minerales.
Leven todas las anclas del puerto
tan breve es la posada en los dedos luciérnagas
para roturar sobre la arena virginal, copihues de sangre.
A tu lado Chañaral sentí cómo la longitud
golpea artera con una comba amarga
a la simpleza de no poderla acariciar, venerarla.
Aprendí sin alguna facilidad, al fin
cómo cuando al lado te solazan con amaneceres dulces,
en las lejanías te abruma hondo la voz tierna, ausente de lluvia.
Por eso, hoy como nunca está vacía esta mano
buscando a locas sus lágrimas áridas
y ya nada queda en estas cercanías.
Orlando Ordóñez Santos
DESDE SIEMPRE
Tu paso
-de una sílaba-
por mi larga fila
de palabras vacías
estaba anunciado desde siempre
Tu paso de ecos
como la lluvia
de tu tierra amada
era realidad antes de verte
Tu paso
de cascabel y gaita
era lo que en mi alma acontecía
cuando la visitaban de niña los presagios
María Clara González
Colombia
MIEDO DE AUSENCIAS
A Edith. poetisa de la vida de escabrosos
momentos quien transitó por ella y
dejó el regadío de mis días.
Disfrutemos el juego
vendrá la fiesta
que quema etapas y ruegos...
Ya llevaremos regalos
que no pesen
ni estorben bolsillos
acuérdate de fumar
antes de correr
que tu gripe acrecenté
la brisa de un otoño.
Una luna de paso
no entrega retornos
mejor volver a dormir
verte niña de poemas
tristezas y ahogos
sonriendo un brandy con vos.
Te he preguntado en balcones
ejercicios de dolor
que practico.
Puedo sentir tu tacto
acercándose
y huir de madrugada.
México
DEL OLVIDO
Su recuerdo me vino de improviso
Como brisa de tibia primavera.
Fue en mi vida la leña de la hoguera
Por el color y luz al cobertizo.
Fue un buen amor, amor que se deshizo
Como sal en caudal de cordillera
Fue el agua que regó mi sementera
Transformando un erial en paraíso.
Un no se qué la trajo a mi memoria
Esta noche común, serena y calma,
Tan vacía como tantas que he vivido.
No se por qué, lo que me supo a gloria,
Hoy me sabe a pesares y a nostalgia,
Mientras ella regresa del olvido.
Chile
CAPITAL DEL DESIERTO
Chañaral es una princesa que yace dormida
en espera de un beso que haga huir a las Ánimas.
Cuando despierte se escucharán otra vez las potentes
voces de Diego de Almeida, José Manuel Zuleta,
Martín de
y tantos otros emprendedores que con su individual
esfuerzo encendieron las lámparas del trabajo y del tesón.
Chañaral es la bella mujer de ojos azules y tez morena
que paciente aguarda que sus hijos le devuelvan el vigor
de sus otrora años de progreso en el Desierto de Atacama.
Sueña con ser nuevamente la primera ciudad del Norte
y el lugar por donde se conquistó la indómita geografía.
Chile
PEREGRINO:
Pensando mi tiempo limitado
por los barnices de la vida,
ilimitado en el despliegue
de emociones
Construyendo mis andamios
sujetados en tus brazos
que aún no conozco…
Descanso mis esperanzas
en la incertidumbre
de mañana.
TIERRA:
Peregrino tu palabra me conmueve, versos que son palabras
enhebradas, sentidos conjugados, música almacenada en la raíz
de las emociones, así eres mientras soy contemplación de tu savia
que se desborda entre mis labios en besos que mi viento te
arrebata o en lágrimas que me riegan. Ay! Tus pasos son
pulsaciones seductoras o aguijones según tus amaneceres,
todavía inseguros por el miedo de que cada huella te acerque
cada vez más a mi vientre.
María de
Bolivia.
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