oráculo

8.1.13

Manuel Carmona Rodríguez, Silencios que Hablan desde la cueva del zorro Lima Perú


Silencios del lunes que llegarán al martes. Porque este lunes es festivo y se puede escuchar el silencio de la calle. Pero aunque no fuera fiesta, tú podrías escuchar su presencia al llegar el mediodía y cerrar los comercios. Quedaría interrumpido durante un par de horas, esas dedicadas a comer y descansar brevemente, volviendo a reaparecer al caer la noche. Entonces, cuando hubiésemos regresado del trabajo, sintiendo el frío por la ausencia del Sol, el silencio se nos volvería a hacer presente. Y su sonoridad nos invita a meditar y a sentir la vida de otra manera. Es en el silencio donde nos reencontramos con la necesidad de reflexionar sobre nuestra trayectoria vital y los caminos que podemos tomar.
Se escuchan los silencios de los niños que juegan con sus regalos antes de volver al colegio. Para ellos es día de sonidos compartidos en el jardín del vecindario, previo a que mañana se reencuentren con los silencios entre cortados de las clases por las voces de sus profesores y de ellos mismos. Se escuchará la explicación acerca de cómo se produce la polinización de una flor; se escuchará el debate que les propone una profesora después de ver una película.
Silencios de una navidad que se nos fue, pero no pueden irse los compromisos que hemos asumido para cada día del año. A pesar de cierta ruptura en lo cotidiano que han supuestos esos días, regresamos a los anhelos y luchas diarias. Las redes sociales y las convocatorias ciudadanas nos recuerdan que hombres y mujeres están vivos, sacudiéndose los intereses creados por unos pocos y buscando alianzas que permitan vivir libremente.
Silencios de una jornada de descanso antes de la vuelta de la mayoría al trabajo. Cuando hoy o mañana te encuentres en él, recuerda en tu silencio qué te une a ese puesto laboral. Si es una vocación que descubriste o la simple necesidad de tener una renumeración. En el primero de los casos, sigue luchando con pasión por ella, sin dejarte la vida en ello, porque hay otras pasiones que has de saborear y compartir: pareja, amigos, familia, un paseo sintiendo el sol en una tarde de invierno.
Si estás atado temporalmente a un trabajo por el hecho de tener que ganar un sueldo, date tiempo para plantearte cómo puedes acabar con ello. Habla desde tu silencio contigo misma para saber qué quieres hacer con tu vida. Y una vez, superadas las dudas, hayas encontrado ese sentido, no cejes en darle un cambio a tu trayectoria vital. Seguramente descubras que es mejor vivir como has descubierto que quieres vivir, que hacerlo como un sistema fabril y mecánico te empuja a hacerlo.
Silencios que se tornarán en voces y almas en los carnavales que comienzan el próximo domingo para convertirse un año más en portavoces de las denuncias del pueblo. En su música y en su letra van lanzados los quejíos que cualquiera de nosotros siente cada mañana. Son reclamos de libertad que se conquista cuando en silencio escuchamos el sentido de sus composiciones y esas nos pegan el pellizco haciendo que nuestras emociones broten y se expresen sin tapujos. Entre cada palabra, entre cada frase, que vuela de sus gargantas, convertidas en ecos de sus espíritus, el ritmo de sus instrumentos para acompañar las transiciones de las historias de vida que nos cuentan. Historias que son las tuyas, las mías, las de la mayoría.
Silencios de recogimiento de la lectura de un libro. Ese que unas manos amigas te han regalado porque encierra vivencias de otros que a ellos les llegaron y les sirvieron de compañía para iluminarles en una etapa de sus vidas. Página tras página que irás pasando con tranquilidad e interés en el silencio de la habitación, dándote cuenta de que las historias de vida que recopilan los buenos libros son a la vez ejemplos y teorías para afrontar la propia.
Silencios de decisiones a tomar. Mientras la vida se abre cada jornada con sus expectativas, has y hemos de tomar pequeñas opciones. En cada una de ellas nos estamos retratando. Aunque como todo retrato, exista la posibilidad de hacer algún retoque, especialmente cuando no te guste lo que ves de ti mismo, de nosotros. Entonces entrarán en escena la inteligencia y la sensibilidad para rectificar. La voz propia y amiga que nos lanzará su guiño para retomar el camino. 
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4.1.13

CATEQUESIS Un relato de "Onán es enano" de Lorenzo OSORES, desde la cueva del zorro Lima Perú




                              CATEQUESIS (Un relato de "Onán es enano" de Lorenzo OSORES)

"La familia de mi amigo es muy unida pero algo disfuncional. Un padre alcoholizado, dos hermanas con furor uterino, una madre convertida en estatua de sal.
Sin medir bien las consecuencias, me propuse una tarea audaz e insólita, visitarlos por la noche para leerles la Biblia. Solícitos y educados escuchaban con falso asombro historias que en realidad les eran familiares y por lo tanto muy divertidas. Lot es emborrachado y acosado sexualmente por sus propias hijas. Judith es sorprendida con la cabeza de Holofernes (entre las piernas). Onam usa su mano y, sin darse cuenta, crea este palidroma y la falsa parafilia que lo hará famoso hasta el fin de nuestros días"



Lápix Editores

21.12.12

Fría Navidad de Javier Urbaneja de Montenegro, desde la cueva del zorro, Lima / Perú



                                                         Fría Navidad

    De nuevo llega esa fecha tan especial en la que todos nos volvemos más indulgente y nos encanta declarar paz y amor a todos los hombres de buena voluntad. La navidad es esa fecha en la que resurge de nuestro interior, emanando como el prometido maná, esas declaraciones de intenciones que nos vuelven hombres y mujeres de buena fe. Es esa fecha en la que nos acordamos de los sin techo, de los niños sin hogar, de los enfermos y brilla en nosotros el reflejo de aquello que fuimos cuando éramos niños. Porque sólo entonces era cuando sentíamos el verdadero sentido de la navidad. Nuestro corazones estaban sin contaminar y notábamos, expectantes, la fuerza de una fecha que nos hacía felices. Y la sentíamos diferente, especial, porque nos dejábamos anegar por esa oleada de misticismo que sólo la navidad nos traía cada veinticuatro de diciembre. Creíamos en la magia que esa fecha producía en nosotros un cambio tan sustancial, que todo parecía distinto. El calor de un hogar que se reunían sin subterfugios en pos de una auténtica unión familiar. Unos regalos a los pies de un árbol de navidad o de un belén, que aún no costando más que el desprendimiento de un pedazo de corazón y envolviéndolo en el papel del cariño, se ofrecía como auténtico ejercicio de bondad. Y el verdadero motivo de esa unión no era otro que el de compartir todos esos trozos de corazón envueltos en papel de regalo, para que al menos una vez al año el corazón se uniese y volviera a coexistir con una familia que respira al unísono.

¿Qué hemos hecho con la navidad? La hemos convertido en todo un mercadillo de intereses en la que todos participamos con el sólo objeto de proclamar a los cuatro vientos lo espléndidos que somos, lo bueno que somos, y lo cabrones que somos. Sí, cabrones. Porque pensamos que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero nada hacemos con los seres queridos que están a nuestro lado y nos necesitan y nos piden a gritos una segunda oportunidad. Porque nos lavamos las manos acordándonos de los demás, sólo para dar las gracias porque nosotros no estamos así. Porque nos damos a los demás, en cuerpo y alma, sin acordarnos que los nuestros nos necesitan más que un vecino que delante nos tilde de maravilloso y detrás se ría sin el menor remordimiento. Porque machacamos al necesitado tachándolo de gorrón, sin preocuparnos de conocer su verdad. Porque criticamos sin pudor ni consciencia al que no está para defenderse. Porque encasillamos a alguien sólo porque hemos oído campanas. Porque le damos la espalda a quien nos necesita, y pensamos una vez más que lo hace para llamar la atención.

    Este año tendremos, al menos yo, una fría navidad. Porque no creo en las buenas intenciones que solo aparecen en una fecha determinada. Porque no creo en la prebendas o regalos que se hacen para pulir una imagen externa y no con el determinado convencimiento de solucionar problemas. Porque no puedo celebrar nada, cuando todo a mi alrededor se tambalea, cuando hemos llegado a tener en nuestro país un altísimo porcentaje de niños que están al borde de la miseria, cuando el cincuenta y siete por ciento de los jóvenes no tienen trabajo ni futuro, cuando miles de criaturas han perdido su hogar en las especulativas manos de unos banqueros que nos engañaron a sabiendas de que nos perjudicaban solo para ganar dinero con nuestras tragedias, cuando nos meten por los cinco sentidos la obligación de consumir; y lágrimas de impotencia nos surcan por las mejillas cuando no podemos comprarle a nuestros hijos lo que desean ni podemos hacerles entender una realidad tan cruda.

    ¿Qué Navidad queréis que celebre?

Lo único que espero de esta Navidad, es poder aferrarme a lo que aún me queda; a mis amigos, a mi gran amor y a la esperanza de que en un futuro próximo podamos cambiar esta lacerante realidad.

De momento, señoras y señores; que tengan una Fría Navidad. Y no se pierdan entre espejismos de felicidad barata impuesta por un régimen capitalista que nos induce al más voraz e insensato de los consumismos, sino que se aferren a esas personas que os quieren de verdad. Es lo único que nos hace felices de verdad.

(c) Javier Urbaneja de Montenegro 2012


8.12.12

La policromía que caracteriza ha breve címbalo es un signo de belleza de la mujer andina, desde la cueva del zorro Lima- perú


La policromía que caracteriza ha breve címbalo es un signo de belleza de la mujer andina, el sentir de la coexistencia de esa diversidad.

Por cierto, sus trenzas oscuras, su aroma ha hierba buena, en la soledad tiene vida, materialidad,
ojos, pero también energía, espíritu, intensidad y hondura, siendo esto así tiene la facultad de acechar, acosar al ser humano. La mujer andina es inherente en mi fantasía, su hermosura esta en tus manos..


“Dejo que la palabra se extienda
en verde manto
rio en solitario \ así lo quiero”.
ANA MARÍA INTILI



Breve Címbalo

Cae el alba
sobre sus trenzas oscuras
acaricia su fragancia de saywa
aldeanita de polleras con aroma ha hierbabuena

Que hermosa eres cuando olvidas tu ala de crepe
Y bajas el acento de la mirada en la carne tibia

levemente cae la llovizna
moja el tierno puente de tu piel
muy tardío la niebla diluye
tus fantasías, minúsculas

Aldeanita

¿Por qué tu cuerpo al desvestirse de velos
se agitan sutilmente en el cáliz del pecado?

¿Por qué?
la lluvia se detenía en tus manos

¿Por qué?
los silencios deshojaban copos de ortiga
tu hermosura
blanquearon la risa de los ancianos

Aldeanita

breve címbalo
en la balsa ajena iba hilando
trinos de ananayes.

Que hermosa eres cuando escalas el viento
si te vas, purifica el dolor de los sauces

Muyurina de mi alma.

Cae el alba
es el guayabo corazón buscaba los ojos de tocuyo.
 
JLRF.

4.12.12

HUÉSPED NOCTURNO (poemario) / JORGE LUIS DARCY, desde la cueva del zorro Lima Perú




El poeta Jorge Luis Darcy (México, 1969) nos entrega en esta oportunidad su cuarto libro "Huésped Nocturno" que es una antología con gran parte de su buena poesía.


ETERNIDAD

Hablando de la eternidad
que anida
en el instante del trofeo
en la firmeza del ayuno
diré que reconozco el mar
porque termina en arena
ahora sé que la ventana no alcanza
que la muerte es quien insiste a la vida
que de fugacidad está hecho lo eterno.

 
Letra Suelta Cultural