DEDICATORIA
Fuimos semilla, árboles y luego pájaros de la Escuela glorioso 871 de Lampa - Puno, dedicado a …Alberto Antonio Castillo el “Betito” Ahora Fotógrafo Profesional, por su amor a los niños de Lampa y américa, Sánchez, Marroquín, y las niñas de la lámpara azul Nadier y Roxana, Zulema, Huguito delgado, Efraín, el Alejandro más conocido como anejo están en lampa, Rubén Darío, Hernán Apaza, Hernán Yucra Rolando, kututo, Huguito flores más conocido como canquita, José Luis el niño Huajcha ja, ja, ja,ja, si faltan, completen, lleno de demonios y fantasmas....
Huajchapuquito me llaman todos,
porque no tengo padre ni madre,
solo, solito había quedado,
en este yelmo del altipampa,
por eso cuando la luna llega,
mi voz doliente elevo al viento,
mis tiernas alas agito al aire,
en busca de mis perdidos padres
pucuy pucuy siempre diré
llamando a mis queridos padres
que voy hacer, soportaré,
la amarga vida que estoy pasando
apiádate cielo de mí,
si eres divino y real,
sacame de esta orfandad,
te pago mi corazón.
Fuimos semilla, árboles y luego pájaros de la Escuela glorioso 871 de Lampa - Puno, dedicado a …Alberto Antonio Castillo el “Betito” Ahora Fotógrafo Profesional, por su amor a los niños de Lampa y américa, Sánchez, Marroquín, y las niñas de la lámpara azul Nadier y Roxana, Zulema, Huguito delgado, Efraín, el Alejandro más conocido como anejo están en lampa, Rubén Darío, Hernán Apaza, Hernán Yucra Rolando, kututo, Huguito flores más conocido como canquita, José Luis el niño Huajcha ja, ja, ja,ja, si faltan, completen, lleno de demonios y fantasmas....
“LOS PASOS LEJANOS”
Pucuy,pucuy,pucuy… Aves Agoreras estaban cantando desde la noche anterior trazando los rumbos de los niños, son golpes como una escarlata del cielo negro, las nubes cargadas presto para la lluvia torrencial en la ciudad rosada de Lampa , canturreaban las aves en las pampas de chuñopampa, es un graznido triste que languidece el grito de la tierra.
Los cadáveres sueltan lágrimas por los niños huérfanos del mundo inocentes como el frio oscuro, sobre el campo estéril, sobre el relámpago de mis ojotas en medio del estiércol de la imperdurable historia.
Se aproxima la noche grande y dolorosa Huajcha puquito son las aves huérfanos, dolor miserable, dolor de madre tratando de espantar la muerte, es el niño Francisco Puntaca Farfán, cogió el balón de trapo, y empezó a correr de tristeza como queriéndole ganar a la muerte.
¿En que pensara Zacarías Puntaca Farfán el hermano mayor?
Pienso en los niños huérfanos sin lagarto sin fantasmas que tienen el gesto de espanto de dolor hasta el último tuétano de los huesos.
Puntaca mandolina en mano por la nostalgia, por los golpes de la vida, se propone a componer melodía con sabor a tierra, versos dolidos quejoso buscando resquebrajar el alma, por el sentimiento indolente y adverso que provoca la vida en el ser pacífico y sin culpa como es el Puquito (diminutivo de ave pequeña que vive en tierras de la zona de Lampa) que se encuentra abandonado (huajcha).
El pequeño niño armado con su flecha comenzó a ametrallar con piedra blancas y negras a los relámpagos, y las pequeñas aves comenzaron a cantar con fuerza desde el crepúsculo desconocido, mi abuela Lorenza solía decir son aves malagüeros que pronostican la muerte del ser más querido. Mis ojos se secaron, el pájaro seguía cantando el canto miserable y absurdo, canta la muerte, cantan los antiguos.
Me encuentro junto a un búho nervioso, mirábamos a la soledad del hombre despojado de todo sus andrajos, mirábamos de noche sin luna a las aves quizá eran las pariguanas, que migraban, nos fuimos lejos, es el exilio para besar la tierra, el viento trepa a los Apus los hombres de mayo se alejan con el cabello hirsuto que dibujan culebras.
Puntaca antes que le saques de la orfandad y pagues con tu corazón, compone el himno de los Pobres del Mundo.
Pucuy,pucuy,pucuy… Aves Agoreras estaban cantando desde la noche anterior trazando los rumbos de los niños, son golpes como una escarlata del cielo negro, las nubes cargadas presto para la lluvia torrencial en la ciudad rosada de Lampa , canturreaban las aves en las pampas de chuñopampa, es un graznido triste que languidece el grito de la tierra.
Los cadáveres sueltan lágrimas por los niños huérfanos del mundo inocentes como el frio oscuro, sobre el campo estéril, sobre el relámpago de mis ojotas en medio del estiércol de la imperdurable historia.
Se aproxima la noche grande y dolorosa Huajcha puquito son las aves huérfanos, dolor miserable, dolor de madre tratando de espantar la muerte, es el niño Francisco Puntaca Farfán, cogió el balón de trapo, y empezó a correr de tristeza como queriéndole ganar a la muerte.
¿En que pensara Zacarías Puntaca Farfán el hermano mayor?
Pienso en los niños huérfanos sin lagarto sin fantasmas que tienen el gesto de espanto de dolor hasta el último tuétano de los huesos.
Puntaca mandolina en mano por la nostalgia, por los golpes de la vida, se propone a componer melodía con sabor a tierra, versos dolidos quejoso buscando resquebrajar el alma, por el sentimiento indolente y adverso que provoca la vida en el ser pacífico y sin culpa como es el Puquito (diminutivo de ave pequeña que vive en tierras de la zona de Lampa) que se encuentra abandonado (huajcha).
El pequeño niño armado con su flecha comenzó a ametrallar con piedra blancas y negras a los relámpagos, y las pequeñas aves comenzaron a cantar con fuerza desde el crepúsculo desconocido, mi abuela Lorenza solía decir son aves malagüeros que pronostican la muerte del ser más querido. Mis ojos se secaron, el pájaro seguía cantando el canto miserable y absurdo, canta la muerte, cantan los antiguos.
Me encuentro junto a un búho nervioso, mirábamos a la soledad del hombre despojado de todo sus andrajos, mirábamos de noche sin luna a las aves quizá eran las pariguanas, que migraban, nos fuimos lejos, es el exilio para besar la tierra, el viento trepa a los Apus los hombres de mayo se alejan con el cabello hirsuto que dibujan culebras.
Puntaca antes que le saques de la orfandad y pagues con tu corazón, compone el himno de los Pobres del Mundo.
Huajchapuquito me llaman todos,
porque no tengo padre ni madre,
solo, solito había quedado,
en este yelmo del altipampa,
por eso cuando la luna llega,
mi voz doliente elevo al viento,
mis tiernas alas agito al aire,
en busca de mis perdidos padres
pucuy pucuy siempre diré
llamando a mis queridos padres
que voy hacer, soportaré,
la amarga vida que estoy pasando
apiádate cielo de mí,
si eres divino y real,
sacame de esta orfandad,
te pago mi corazón.
Autor: Zacarias Puntaca.
Puntaca cumpli con la misión que usted, me encomendó cuando fui un niño cóndor.
José Luis Ramos Flores, Educador Peruano.2014
http://zorrosdearriba.blogspot.com/
Pintura Wari Zarate.