Unos pasos
Bajo el día dos pasos agazapados
se emergen en el firmamento.
Dos, tiernos, dulces, como la caricia
de unos jazmines.
Bajo la tarde, el aroma crepuscular
se enternece en el firmamento.
A borbotones el dulce rocío
cobija la dicha.
Bajo la noche,
jugando en el céfiro primaveral,
la luciernaga palidece
al ver el haz de una carcajada.
Yace la mañana portentosa
enamorando a la figura,
al cuadrado palpitante,
al color sonriente de dos ojos grises.
Gary Alminagorta C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario