EL OJO DEL AGUA
Pertenezco a la generación de los Walalachis, Chinchilicos de Ranrahirka acantilado en el lago de piedras. Somos guerreros de esta misma tierra, somos carne indomable en mortales batallas.
Al morir el sol suenan los únicos Ayarachis despertando la armonía del cielo y la tierra. Nadie entenderá a la estirpe guerrera de áspera lengua, de piel curtida y duro cuero, ellos guardaron las wifalas, guerrilleros puelches de las alturas desde Eponemon, Bartolina sisa, Túpac Amaristas, los Tampa Cccaras, y las victorias de Pedro Vilcapaza.
Cuando escuchen en los cielos , en el mar, en la montañas, llanos, en la piedra sobre piedra, en el estrecho de Magallanes, en los pantanos, en la memoria de la historia que sucumbieron los escarabajos despellejados, descuartizados sus miembros, arranquen de mi melena una trenza oscura para escribir con mis cenizas, la libertad de los pueblos indígenas, mi pueblo que orilla entre el mar y la tierra.
jlrf
Pertenezco a la generación de los Walalachis, Chinchilicos de Ranrahirka acantilado en el lago de piedras. Somos guerreros de esta misma tierra, somos carne indomable en mortales batallas.
Al morir el sol suenan los únicos Ayarachis despertando la armonía del cielo y la tierra. Nadie entenderá a la estirpe guerrera de áspera lengua, de piel curtida y duro cuero, ellos guardaron las wifalas, guerrilleros puelches de las alturas desde Eponemon, Bartolina sisa, Túpac Amaristas, los Tampa Cccaras, y las victorias de Pedro Vilcapaza.
Cuando escuchen en los cielos , en el mar, en la montañas, llanos, en la piedra sobre piedra, en el estrecho de Magallanes, en los pantanos, en la memoria de la historia que sucumbieron los escarabajos despellejados, descuartizados sus miembros, arranquen de mi melena una trenza oscura para escribir con mis cenizas, la libertad de los pueblos indígenas, mi pueblo que orilla entre el mar y la tierra.
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