oráculo

27.1.11

Podrán lanzarte toda la lenguas, escupida de un sistema, Homenaje a Jose Maria Arguedas por Roger García Clavo Lima Perú





BRAMANDO COMO

EL RÍO

A José María Arguedas Altamirano

ROGER GARCÍA CLAVO

PERÚ – 2011

I

Podrán lanzarte todas las lenguas


escupidas de un sistema;


hasta hacernos recordar tu niñez de pongo


consolado por los árboles


a la orilla del río.


Río que brama como hombre herido,


como animalillo sin dueño


o pequeño a la hora de la cocina,


que alrededor de las cenizas


va encendiendo con lo que quedaba del pan,


el amor al Pueblo;





II




Con tus llanquis híbridos


en el barro que nos dejaron,


ibas escribiendo las ideas,


madres de tu llanto,


del campesino y del pescador.


Tu queja de becerro,


zurriado por el Cutu


dura más de cien años en nuestros corazones,


más de lo que las causas


esperan de las flores del jardín


que nunca te pertenecieron.


Pero a escondidas


ahí cerca del río


entre los maizales y papales


ha quedado tu escritura como un cause,


como un jardín de horizontes


para tus hermanos


de danza


y consternación.



III



José María


viajaste tanto


para definir la frescura del campo


pisoteado y empañado a más de un siglo;


metáfora de todo éxodo,


de toda peste innatural


a la hora del sueño


o de la muerte.


En ese transe


fuiste contra la sombra


a la hora de la claridad,


y caminando


contra la esclavitud de la sonrisa


llegaste a la galera, al Sexto,


donde las ratas seguramente


tuvieron mejor privilegio


que la libertad.


El frío, José María,


pasó el número de tus manos


sobre tu frente de hombre


originario de los hombres


hasta consultar con los dioses


tu rabia y tu amor por el gavilán.





IV



José María


en nuestro corazones


permanece la ilusión de un pueblo embellecido


que tú soñaste;


está insistente con la danza de los árboles


macheteados y esculpidos


que tú un día sembraste


echando al despeñadero


los nidos del gallinazo,


con todo lo humillado.


Cómo habrás festejado


al momento de ver el cielo ennegrecido


sobre la cabeza del cacique,


pidiendo casi de rodillas, casi religioso,


que le parta un rayo


desde su corona


hasta las entrañas ultrajantes


de los necesitados.


Cómo habrás esperado la última luz


para maniatar el pan con tu lengua


y repartirle entre las trenzas jaloneadas


a la hora del afonía de las yerbas


y del grito innecesario.





ghui V



Estamos recordando tu voz


casi quebrada con el yaraví y la quena.


Estamos mirando tu rostro definitivo


para que en el momento indicado


alcemos el puño tempestuoso


y defender la frescura de una historia


aplazada entre las piedras y el río.


Estamos viendo el color de tus ropajes


a la hora de la fiesta,


a la hora de tu llanto con las estrellas


y a la hora de tu amor por la mujer y la tierra.


Estamos hablando de tus ideas


y de tus hermanos;


de aquellos que bajaron como cóndores


para sangrar el lomo del caballo.


Estamos aquí palanqueando nuevamente


la utopía de los pájaros


para escapar del hambre


y volar sobre los caminos,


sobre los ríos y el mar.


kfgj



VI




Bramando como el río


te afanaste a no regresar de tu llanto,


a no retroceder con tu amor y tu amargura


por nuestros corazones andeneados


de reposo e inquietud en la siembra.


Tronando como trompo te desplazaste


sobre los hombros de los niños


desponchados en el frío,


casi con los pies engranados


en la pelota de trapos;


pero también al borde de la cintura


el sollozo de tu ausencia


y el gemido de la madera.





VII



Padre Apu Mayu,


tu hijo vivió entre los hombres,


entre el colibrí y el cóndor;


danzando con la antara


debajo de los rosales


y los puentes zapateados


de adioses y euforia


al otro margen del río.


Ahí, en el pastoreo,


las rocas enmudecieron con el látigo


hasta que las mantas


más coloridas que el arcoíris


fueron tapando los cerros


con voces compuestas de esperanza.


Padre, tu fuerza de torrente


dicto a tu hijo, a tu hermano,


la canción de los corazones


que mantuvo al campo y al trigo


en el verdor y la persistencia de nuestros ojos


casi prohibidos a la gratitud de la tierra.


Pero tu bordado mandil de pájaros


hizo volar las retamas


a nuestros fogones


llenos de espera contra el agravio;


porque antes de ti,


tampoco fue fácil la vida.



VIII




Muchos no estuvimos a la hora de tu muerte,


pero nos duele la blancura de la lumbre


que habita tiritando en el vestigio


labrado por el fuego


hace más de cien y quinientos años.


Te fuiste primero,


para advertirnos


que viviste como los hombres


de chuyo y sombrero


huecos con la lluvia y los besos.


Te fuiste danzando


con el brillo de la tijera


y cortando con su acero


los cercos de nuestro pueblo,


tu pueblo atravesado


por el poco a poco de una apetencia


de sangre y suelo.






IX



Contigo aprendimos a cantar la poesía de los ríos.


Contigo los hombres tristes,


aquellos de ojotas de cuero


y carne descalabrada en la arriería y la siembra;


aquellos que amarraron su cintura


con cancha y trapos retaceados;


aquellos que quemaron su piel


en la oscuridad de las minas y sobre el frío;


aprendieron a mirar el sol,


más allá de las abras, de los pasos y desfiladeros.


Contigo aprendieron a cortar el llanto las tijeras,


allá en las lomas


y la sangre desparramada por la patria.


Nos enseñante a decir


al hombre acaballado


con el amor de los errajes y la iglesia


que Dios es un hombre danzando


gozoso del violín, el arpa y la quena.


Contigo,


hoy se eleva el clamor de la quina,


la quinua y el machete


en cualquier ciudad, casi Lima,


hasta ensartar en nuestros corazones


el agua y la sonrisa


callada en estos días.




X




José María,


nada a cambiado desde la hora


en que quitaron a tu madre de tu camino.


Ni siquiera después de tus desvelos


viste el abrigo de los cautivos,


ahora los salvos ,


aquellos zánganos que matan al ganado


con el arado entre las raíces


tampoco descifran tu obra


en el parlamento.





XI



El momento que más necesitaste


alguien te abandonó con el pretexto,


de que los bueyes se enredaron


y te dejó con los cernícalos


que comen nuestra niñez


y nuestros fantasmas


llenos de palabras


y de luz desgranada en las espaldas.


Te dejó


con el incendio de todas las sangres


junto a los quijanos,


a los matos mar,


los favre


y a los bravo bresani;


perros hambrientos de la ternura


y de los huesos sonoros de tu escritura.


Con el tiempo


la sonrisa fue el engaño de tu muerte


y de nuestro dolor

que a puntillas nos hace menoscabo.



24.1.11

ARTISTAS DE TODAS LAS EXPRESIONES A PARTICIPAR EN EL tercer trueque cultural por las juventud Municipàlidad Distrital de Carabayllo lima perú


MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE CARABAYLLO

AGRUPACION CULTURAL INDEPENDIENTE CULTUR@ROCK,

CENTRO DE ARTE, JUEGO Y EDUCACIÓN DONABENY

ASOCIACION CULTURAL EDUCATIVA PUCAYACU

EVENTOS ROCK ARTE JOYPROD

CONVOCA A:

ARTISTAS DE TODAS LAS EXPRESIONES A PARTICIPAR EN EL
TERCER Trueque Cultural por la juventud

“Desconecta tu televisor y dale un tiempo al Arte”


DONDE LOS ARTISTAS PODRAN INTERCAMBIAR ARTE ENTRE ELLOS MISMOS Y CON LA COMUNIDAD, VENDER, RIFAR, SUBASTAR, REGALAR SUS OBRAS

(Pinturas, acuarelas, revistas, poemas, artesanías, juegos, maquillaje, magia, discos, libros, fotos, mascaras, títeres, etc.)

PROMOCIONAR SUS EVENTOS, ESPECTACULOS Y TALLERES A LAS FAMILIAS DE LA COMUNIDAD.
DANDO LA INICIATIVA DE ESTA MANERA A PROMOVER ESPACIOS DE INTERCAMBIO Y PARTICIPACION ARTISTICA EN EL MUNDO.
¿CUANDO SERA?
EL SABADO 26 DE FEBRERO DE 11 AM - 12 PM
¿DONDE?

ESTADIO “RICARDO PALMA” URB. SANTA ISABEL- CARABAYLLO


LA CONVOCATORIA PARA COORDINAR SU PARTICPACION E INCLUIRLOS EN LA PUBLICIDAD Y PROGRAMACION GENERAL ESTA ABIERTA HASTA EL VIERNES 4 DE FEBRERO DEL 2011

ESCRIBENOS A:

truequecultura@hotmail.com

También búscanos en facebook como:

Truequecultural Rock Arte

LES AGRADECE LA ATENCIO PRESTADA:

Percy Pinto Avila

Bely Tapia

Sebastián Verdu

Carmen Ortega

Víctor Sampertegui



23.1.11

SALUDO Y AGRADECIMIENTO POR LA CONMEMORACIÓN DEL CENTENARIO DE JOSE MARIA ARGUEDAS en la cueva del zorro Lima Perú

SALUDO Y AGRADECIMIENTO POR LA CONMEMORACIÓN
DEL CENTENARIO DE JOSE MARIA ARGUEDAS

Por Sybila de Arguedas
En estos tiempos de dura y dramática gestación histórica y parto de lo nuevo, nuestro corazón late más fuerte cuando hacemos remembranzas de Mariátegui y Arguedas, mientras luchamos con nosotros mismos por definir en qué empeñar la vida.

Hoy, en que el despojo de tierras se está realizando subrepticiamente a niveles continentales (África, Asia, A. Latina) es bueno “encenderles una vela de esperanza” en nuestro espíritu que tantas veces se ha encendido y apagado, que renace como el ave Fénix, para seguir luchando por lo justo y necesario.

Si nos hemos reunido aquí (me siento presente, al unísono, como cuerda de una guitarra afinada en la misma nota) es para difundir, como secreto a voces, el optimismo que ellos, José María Arguedas, Mariátegui, como también Vallejo y otros muchísimos “soldados desconocidos” del pueblo, nos han contagiado y encendido como un dínamo energético vital; permitiéndonos asumir con aliento y perseverancia, en la brega junto a los pueblos del mundo, actores de la historia tantas veces luctuosa.

Les agradezco permitirme este saludo, desde lejos, en ocasión de la conmemoración de este centenario del nacimiento de José María Arguedas, el 18 de enero de 1911, de quien podríamos citar aquí multitud de pensamientos que nos recuerden cómo quiso ser instrumento de servir al pueblo, de defender al campesinado, al indio, de todo corazón y pasión.

Expreso aquí, mi esperanza y la certeza de que -junto a los pueblos del mundo- seguiremos escuchando y evocando la trayectoria de los mejores hijos del pueblo del Perú -como lo fueron Mariátegui, José María Arguedas o Vallejo- y descubriéndolos y acompañándolos en el presente, aunándonos, por ejemplo, en la acción de solicitar la amnistía para los presos políticos en las cárceles peruanas como Piedras Gordas, de la Base Naval del Callao, de Cantogrande, de Mujeres de Chorrillos y otras, recordando cómo, de su paso por la prisión política, José María mastica pacientemente su terrible experiencia, durante unos 18 años, hasta la aparición de su obra “El Sexto”, pronta a ser publicada en francés.

Dos fragmentos de textos del escritor para aprehender su esencia. Primeramente, de “No soy un aculturado…”: son sus palabras en el acto de entrega, en Lima, del premio “Inca Garcilaso de la Vega”, en octubre de 1968.

“…Fue leyendo a Mariátegui y después a Lenin que encontré un orden permanente en las cosas; la teoría socialista no sólo dio un cauce a todo el porvenir sino a lo que había en mí de energía, le dio un destino y lo cargó aun más de fuerza por el mismo hecho de encauzarlo…”.

Y para culminar:

“…está creciendo nuestro pueblo. Si continúa alzándose no podrá ser detenido. La fuerza del pueblo que crece no es mortal.”

Gracias y buenaventura para todos desde esta finis terrae.

20.1.11

Warma kuyay de Arguedas y los aportes por un Perú de toda las sangres por Tankar Rau-Rau Amaru, en la cueva del zorro Lima Perú

taita José Maria Arguedas

Los aportes de Arguedas

Por Tankar Rau-Rau Amaru (*)

A mí me gustan las canciones de Milder Oré Cabezudo. Escucho No hay secretos en el amor: invocación a la paloma mensajera para que vaya donde la amada ausente y le hable de la espera. Surgen entonces varias preguntas: ¿cómo es que rasgando hilachas de metal se puede expresar desgarramientos y presentir un mundo de recuerdos y olvidos más allá de nuestras miserias?, ¿cómo es que soplando tubos de caña se puede tejer melodías y despertar pasiones dormidas? ¿Y cómo es que ese cantante con apellido de pájaro, lector de Warma kuyay, pudo convertir el infortunio en alegría con palabras tomadas del viento?

Hablemos ahora del Warma kuyay de Arguedas. Usted ha leído ese libro y ha asistido, cual testigo furtivo, al despertar del amor infantil a la vista de la luna en una hacienda llamada Viseca. De pronto se habrá preguntado: ¿cómo es que juntando adjetivos y recuerdos se puede construir un mundo de palabras donde maqtillos y pasñas juegan en armonía cósmica con la naturaleza?, ¿cuál es el secreto para hacer bailar al español y al kechwa, dos idiomas de cuerpos atléticos, en una danza casi diabólica bajo el musical canto de las tuyas?

Son los misterios del arte. Y quizás de la genialidad.

Ahora hablaremos de Arguedas.

Cuarenta años después de su muerte muchos siguen preguntándose cómo una persona de aspecto simple, nacido en un pueblito llamado Andahuaylas, pudo tejer palabras kechwas y españolas, en una combinación de tonalidades jamás escuchadas, y convertir en literatura el vivir y el sentir de aquellos apestados de los Andes equivocadamente llamados indios. O retratar al tifus montado en un caballo vadeando el río para acabar con los habitantes de la comarca. O pintar cernícalos de alas doradas elevándose hasta el sol para beber su esencia. O nadar contra la corriente en Literatura, en una pelea solitaria y tenaz, motivado por una fe inquebrantable en sus Apus, en los pueblos de las sierras, en aquellos a quienes consideraba sus hermanos.

SUS APORTES

Los aportes del Taita son muchos. El más importante fue rebelarse contra la arbitrariedad de la Real Academia de la Lengua Española, oponerse a la dependencia en la lengua. En Literatura, desechó los mil estilos provenientes de Europa, creando uno nuevo. Sobre todo, nos enseñó a crear literatura a partir de nuestra realidad, en un país cuyos escritores hasta entonces sólo eran, como los monos, imitadores de supuestas culturas superiores.

En política, Arguedas advirtió que un país con excluidos no nos conduciría a buen puerto, que el Perú no sólo estaba constituido por los señoritos de origen español sino, principalmente, por aquellos cuya raíz estaba plantada en las profundidades de los Andes. Nos dijo que la propiedad en el Perú del siglo XX (las haciendas) tuvo su origen en el robo, y la propiedad que nació del despojo de ninguna manera podía ser considerada propiedad.

En una sociedad que caminaba hacia su autodestrucción, con formas de vida automatizadas (donde cada día que pasa los hombres se convierten en robots), nos dijo que el humanismo andino podía abrir nuevos caminos para solucionar los grandes problemas de la humanidad.

Y ante el avance del individualismo, nos dijo que el ayllu andino y el trabajo comunitario (minka) eran mejor que todo eso. “Y que no haya rabia”, decía como todo comunero. No era indigenista. Era un escritor kechwa. No defendía una raza. Hablaba de todas las sangres. Defendía una cultura, la andina, y una forma de pensar, más cercana a la solidaridad y a la ecología.

Sus libros son simples historias de gentes de diferentes pueblos, que lloran, que cuentan, que cantan, que recuerdan, que olvidan. Pero detrás de cada cuento, de cada historia, está oculta una advertencia, una sugerencia.

AÑO DEL CENTENARIO

Todos los años tienen un nombre. El actual se llamará, o se llama ya, Año del Centenario de Machu Picchu para el mundo. Sin embargo, hubo una corriente importante, impulsada por escritores, políticos, empresarios y gente de la calle, para que se denomine Año del Centenario de Machu Picchu y del Nacimiento de José María Arguedas.

¿Y por qué este año no llevó el nombre del autor de Yawar fiesta?

El ministro de Cultura, Juan Ossio, lanzó un argumento indignante: “Recibí muchos comentarios para llamarlo el Año de José María Arguedas, pero el nombre de una persona es algo que no le gustó mucho al presidente Alan García porque otros podían venir con nombres de personajes que también son importantes y hacer privilegios era un poco complicado”.

Olvidó este ministro (que preside, paradójicamente, la comisión de celebración del centenario del nacimiento de José María Arguedas) que el año de 1992 se denominó Año de César Vallejo y el Encuentro de Dos Mundos y los años 1982 y 1983 se denominaron Año del Bicentenario del Nacimiento del Libertador Simón Bolívar.

Hubo todavía cierta resistencia de los promotores de las denominaciones candidatas y surgió como segunda opción que el año lleve el nombre de la reconocida novela Todas las sangres, pero "tampoco le gustó al mandatario". “Sí, la última palabra la tuvo el presidente García”, dijo el titular de Cultura.

Mientras tanto, más de cuarenta congresistas movían cielo y tierra para llamar al 2011 el Año del Centenario de los Submarinos.

MIEDO. SOLAMENTE MIEDO

Alan García representa a la oligarquía y las transnacionales. Y la oligarquía, constituida por empresarios descendientes de los hacendados de antes, les sigue teniendo miedo a las obras del Taita. Arguedas denunció en sus escritos los abusos y las injusticias que se cometían en las haciendas y sembró la idea que acabó, finalmente, con el latifundismo durante el gobierno de Juan Velasco Alvarado.

¿Y qué hubiera sucedido si este año llevaba el nombre del escritor chanka? Arguedas, que sigue siendo, a través de sus obras, un tábano de la conciencia y un peligro real para los nuevos hacendados que se han adueñado del país, cobraba vigencia en todos los rincones del país. La lectura de sus obras hubiera generado una corriente de renovación cultural y política, cosa que no le agrada a la oligarquía. Pero… Arguedas sigue avanzando, vigente, hablándonos, a pesar de todo lo que hacen por ocultarlo, silenciarlo.

REFLEXION

En nuestro país hay poca lectura y no se promueve la publicación de libros. Ni las autoridades ni las universidades se ocupan de algo tan importante como la promoción de la cultura. Ahora que estamos celebrando el centenario sería bueno reflexionar sobre la importancia de difundir los libros del Taita, un escritor incomprendido y ninguneado en su tiempo y ahora estudiado en muchas universidades del mundo.

(*) Autor de “Entre dos fuegos”, “Apaga las velas”, “Ojos de Rocío y otros cuentos”, “Allin kawsay y el poder en el Perú” y “Crónicas del socavón”.


17.1.11

Nos ensaña que el Perú es un país de todas las sangres, 2011 AÑO DEL CENTENARIO DEL AMAUTA JOSE MARIA ARGUEDAS

Canto a Tupac Amaru
2011 AÑO DEL CENTENARIO DEL AMAUTA JOSE MARIA ARGUEDAS

El señor Presidente de la República doctor Alan García Pérez, haciendo caso omiso al sentir popular y ejerciendo su derecho constitucional, ha decidido nombrar al año en curso como "Año del centenario del descubrimiento de Machu Picchu" . Obviamente la tradición occidental que sigue a pie juntillas el mandatario, ha inferido con ello un agravio al escritor, etnólogo, folklorista y hombre esencial de la cultura peruana, don José María Arguedas, cuyo centenario de su nacimiento, muchas instituciones, regiones y el Perú entero esperaban se honrara con su nombre.

Es importante anotar que don Hiram Bingham, aventurero, explorador y científico, fue cuestionado en su propio país por su peculiar manera de juntar ciencia, lucro y política en un solo haz que le dió nombradía universal por el pretendido descubrimiento de la ciudadela Inca. Sabemos que el norteamericano llegó al Cusco a principios del siglo informado por lugareños que conocían la existencia de ruinas Incas que habían sido cubiertas por la selva. En realidad los verdaderos redescubridores fueron don Agustín Lizárraga y los cusqueños Gabino Sanchez, Enrique Palma y Justo Ochoa.

Bingham, antropólogo de la universidad de Yale no descubrió Machupicchu pues siempre estuvo alí y su emplazamiento era concocido por las familias Recharte y Álvarez, por ser propietarios o conductores de los predios que se situaban dentro de sistema fluvial del río Uuurubamba. Con ayuda del Estado Peruano, la Universidad de Yale y la National Geografic, el explorador yanqui inició los estudios arqueológicos y de investigación que terminaron de limpiar la ciudadela utilizando el subterfugio de dedicarlos a la ciencia y logrando el aval del gobierno peruano para su virtual saqueo. Las piezas fueron trasladadas a la Universidad de Yale, en condición de préstamo, pero quedaron ilícitamente retenidas en en dicha sede por más de 100 años.

Señor Presidente, usted está celebrando, pensamos con fines fundamentalmente crematísticos, a un señor que se benefició con el prestigio de Machupicchu pese que no lo descubrió como injustamente lo publicita el poder mediático, pues se trató de un saqueo en regla del patrimonnio arqueológico que nos pertenece a todos. Ese aventurero que tuvo cuentas con la justicia, incluso en su propio país, se llevó parte sustantiva de las piezas excabadas y las retuvo en Yale de donde finalmente volverán a su lugar de origen luego de un siglo. Es totalmente injusto y agraviante al sentimiento nacional que los cien años del saqueo sean honrados con el nombre del saqueador, olvidando que hace cien años nació el amauta José María Arguedas, escritor, científico y hombre esencial del Perú profundo. No olvidamos que los pueblos andinos queremos rendirle un homenaje más que merecido al autor de "Los Ríos Profundos" y otros libros indispensables para la cultura peruana. No pretendemos restar importancia a nuestro más importante monumento arqueológico que todo el mundo considera Patrimono de la Humanidad, pero nos parece del todo inapropiado que el Presidente haya inferido semejante agravio a la memoria del amauta Arguedas cambiando el nombre solicitado por acadéicos, personalidades, regiones y el pueblo llano, por "Año del descubrimiento de Machupicchu"

Es necesario preguntarnos: ¿Por qué Arguedas?

1.- A través de sus obras literarias, sus investigaciones científico sociales, musicales y folkóricas, denunció la diáspora que somete a la cultura andina desde hace quinientos años. La cultura occidental menosprecia su cosmovisión, su lengua y costumbres. José María Arguedas nos enseñó a amar nuestro pasado y a reconocernos en él.

2.- En las novelas y artículos de su autoría, habla de la cultura de la resistencia, de cómo pasaron de ser señores de toda la tierra a tener que refugiarse en las alturas para sobrevivir.

3.- Nos ensaña que el Perú es un país de todas las sangres, donde co existen diversas formas culturales y recusa que una cultura sea sometida por otra. Defiende el derecho que nos asiste a todos los peruanos de ser respetados social, legal, y económicamente con nuestra diversas formas culturales y no ser avasallados por nadie, so pretexto de la integración.

4.- Arguedas fue uno de los primeros en analizar las causas y consecuencias del coloniaje cultural, mental y social que nos impuso la cultura dominante caracterizada por la exclusión, predominio individual y egoísmo generalizado.

5.- Arguedas fue un abanderado de la protección del ecosistema, al narrar en sus novelas los efectos de la contaminación de los relaves y residuos mineros que caracteriza su forma de producción y explotación.

6.- Se manifiesta claramente contra el racismo que pulula en las ciudades de la costa, la sierra y la amazonía.

7.-Plantea la contradicción principal que padece el Perú, representado por lo indio andino y lo criollo, desde el tiempo de la conquista, dando origen a una república de blancos y otra república de indios.

8.- Habla de un mundo pluricultural y multiétnico.

9.-Dice que el mundo andino que habita en Lima, al contacto del mundo criollo tradicional, ha creado una nueva identidad, que es necesario respetar, promover y tolerar sin exclusiones de ningún tipo.

10.- Arguedas propone una integración triunfante, es decir aquella en que el colonizador respeta las otras culturas, y no se convierte en una integración avasallante.

11.- Las obras y estudios de José María Arguedas son motivo de tesis de grado y posgrado en múltiples universidades del mundo.

Por lo expuesto y otras cuestiones de orden cultural y social, patrocinada por varias instituciones públicas y privadas, solicitamos a las instituciones sociales y políticas utilicen el epígrafe de “Año del centenario de José María Arguedas” en los documentos oficiales, para que conste como prueba de su voluntad libremente expresada.

Pilar Roca

16.1.11

Homenaje a Javier Heraud desde la cueva del zorro Lima Perú

ESTE DOMINGO 16 DE ENERO EN JARDINES DE LA PAZ

(LA MOLINA) A LAS 11.00 A.M.

PRECONCENTRACION: EN MALI (Museo de Arte de Lima) Paseo Colón con Av. Wilson a las 9.30(Hora exacta)

HERAUD HOTMAIL