oráculo

25.8.10

HEBER OCAÑA GRANADOS DESDE HUARMEY EN LA CUEVA DEL ZORRO LIMA PERÚ


biografia:
Heber Ocaña Granados

Nacío en la ciudad de Huarmey - Ancash - Perú. Realizó estudios secundarios en su ciudad natal y superiores en Educación, especialidad de lengua y Literatura, en la Universidad San Martin de Porres de Lima.
Dirigió el Instituto Nacional de Cultura [INC] filial Huarmey entre los años de 1997 y 1999.
Fundó la Biblioteca Comunal Obraje y el Centro de Investigación, Información y Documentación de la provincia de Huarmey. Que en abril del 2009, se a vuelto a reabrir.
Es autor de publicaciones referidas a su tierra natal, Huarmey:
-'Apuntes para una historia-Huarmey' 1994,
-'Relatos de la bella warmy' ediciones arteidea 2003,
-'Literatura en Huarmey, Aproximación y balance de un siglo' - 2004.
- 'Como un oasis en medio del desierto, Raimondi en Huarmey 2002.
Además tiene publicados plaquetas y libros de poesía:
-'Así hablan los vientos' 1999.
-'Canción de los ancestros' 2000.
-'oscura habitación' 2002.
-'Cartas desde Madrid' 2007.
Sus poemas están antologados en diversas antologias de la poesía peruana:
-'Literatura del fin del mundo' de José Beltran Peña.
-'Generación del 90' de Santiago Risso.
-'Entre el fuego y el delirio' Ediciones Maribelina - Casa del poeta peruano.
-Certamen literario 'Ciudad de getafe'- Ayuntamiento de Getafe-Madrid 2003.
-'21 poetas del XXI [+7]Generación del 90' de Manuel Pantigoso.
-'Antologia Internacional de poesia amorosa' de Santiago Risso.
pueden visitar sus poemas y otros escritos en: http://poemasheber.galeon.com
y sus blogs: http://bibliotecacomunalobraje.blogspot.com y http://elcadaverquetemira.blogspot.com
Actualmente radica en Madrid - España.




Heber

Ocaña Granados


CANCION DEL TIEMPO

Tiempo de eternidades y delirios
Tiempo constelado de fuego y quejidos.
De ojos agujerados por el sol.
Huesos maduros.
Grutas malolientes.
Semejantes al espanto de adolescentes ebrios.

Los días aún reverdecen /
Hambrientos.
Sobre la piedra silenciosa de los caminos.
Sobre tu frente,
Que sin darme cuenta
Solloza lagrimas de colores martirios.

Tiempo pretérito /
Calcinado.
Vais a morir de vida
A doble espacio.
Como muere siempre la memoria
En las manos de los ciegos.
Como pájaro voraz /
Enlutado de alegría.

Tiempo - muchacho callado.
Esta es tu hora de vino.
Bebedla.
Hoy está triste la hora, la vida,
La viuda de ojos, el soltero de corazón.
Que sin piedad estrechan sus carcajadas sobre el viento.

Muchacha de casaca desteñida y humedecida,
Desalmada.
Ven a parir conmigo
Racimos de uva,
Travesuras y magros insultos.
Aun queda tiempo para vencer
En cada siglo de luz.
En cada extremo del día y de la noche.

POEMA PARA UNA DECADA

Los curiosos sabrán decir que somos los mismos
Y los misios.
Que aprendimos a sensualizar el rostro con el silencio,
Que somos rebeldes, infructuosos y corruptos.

Que pintamos trémulas tristezas en los oscurecidos ojos
De los ancianos
Y soñamos con flores en los grandes veranos de tempestad
Y de aguas oscuras como la muerte.
Pero a pesar de las circunstancias
[Próximos a ser oscurecido por la tarde]
Hemos determinado nuestras vidas en los parques,
En los senos amargos de la luna.

Hemos tocado trompetas por las calles
Y hemos roto el cielo con nuestros ojos.

Prendimos sonámbulas lámparas/
Porque había llegado la noche rompiendo nuestro pecho,
Dando gritos,
Destrozando el ojo fresco de la negra ciudad
Donde se calientan nuestros cuerpos
Alborotados y desnudos como una manzana.

Visitamos iglesias y burdeles /
Porque había de hacerlo
Y porque la infidelidad hace dichoso al hombre.
Tiramos papeles sucios por las calles
Y es así como construimos la torre donde están escritos
Nuestros nombres/
Podridos y maltratados.
Lima volvió a ser inútil para nosotros.
Porque con Lima o sin Lima
Ardemos como los árboles,
Como el sexo de los perros en sus días de luna,
Como la mano de los hambrientos
Que tocan el aire para escribir la palabra más usual
En los días de represión y angustia
En una calle del mundo.

Como toda hoja que duerme en el otoño /
La tarde se descuelga por nuestra frente,
Arañando la inocencia de los ciruelos
Y traduciendo la sombra del alma en olvido.

Pero la piedra parece ser
La llovizna que se deshiela por la noche
Oscura de palomas y gaviotas.
Y es ahí donde descubrimos el color pálido de los álamos,
A los hijos desnudos de las madres proletarias.
Arrojando espumas sobre estos años
En que se pierde la nota azul de mi canto.

Llorando /
Sentados al pie de una casa
Allanados por sanguinarios y genocidas.

Pero es ahí donde nuestro recuerdo les llega
Escribiendo un poema,
Invitándoles a crecer /
A comer el fruto que habita en los jardines,
A sembrar plantas y fuego
En territorios de cíclicos espantos.

Porque es la hora de amar los caminos
Impresos en los labios dormilones de un pájaro,
De un niño,
De un humano triste y escandaloso y escabroso.
De buscar la paz y escudriñar los árboles
Y esperar la luz que arde en las noches
Y en la calentura del silencio.

Porque Lima volverá a ser inútil para nosotros.

[POEMA SIN TITULO]

Un hombre anda suelto por las páginas rotas
De un libro.
Nadie lo detiene.
Y a esta hora le salen telarañas por el cuerpo
Y su cuerpo está lejos de ser una golosina/
Un oráculo de musgos.
Un zapato de bronce.

Sus ojos buscan al sol.
Entre los intestinos arrugados
De los árboles.
Y no come y no duerme y se oxida.
Y se vuelva inhabitable
Y se le erizan las uñas.
[De gato]



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