oráculo

17.6.10

POETA FELIPE RAMOS LIMA , LAMPA - PUNO EN LA CUEVA DEL ZORRO.. LIMA PERÚ



Lampa /Puno -  Perú




FELIPE RAMOS LIMA

Supo engarzar mediante su metáfora hacia la modernidad, sin importarle lo que sucedía en su vida como ser humano frente al olvido, hambre, enfermedad, soledad, abrió surcos polvorientos a pie descalzo, poeta de arcilla calcinado mi sincero homenaje al hijo ínclito de Lampa (Lamparaquen) Puno Perú bohemio sediento intransigente de sed de justicia por su pueblo, país y el mundo.

Natural de la miseria, hijo ínclito de lamparaquen, con el beso y áureo del pucaccocha, buscando la égida de los gloriosos, soy el fuego telúrico, lasciva existencia, hijo de Lorenza Lima Huayta y de Julio Ramos Quispe, padre de muchos hijos.

Felipe Ramos Lima, estudio en la escuela 871, predilección de San Juan de Bosco, gracias a ello el molde y la forma.

Los setiembre son muchos pocas las horas del vivir, que importan los catorce, vivir siempre vivir, por María, Hipólito, Justina, mi suerte Felipe.


Poemario “HOJAS AL VIENTO”

Humillación
Por Felipe Ramos Lima

Me da lástima triturar este pan.
Encender el fuego de la cocción,
Sabiendo que nada es de mis manos,
Otros sudan opíparos mesas,
¿Qué tengo?.....solo un calvario.

Vendido el sudor hasta la muerte,
Confieso no saber cuándo nací.
Los calendarios nunca supieron
Del día o la noche, piel despellejada,
La palabra familia, es suspiro de boas.
Ríos profundos, maderas desalmadas.
Las lágrimas son las espumas.
Ni el cielo ni la fauna se conduelen
Truéquenme bosques salvajes.
El cementerio por vida vacía.

Perú, patria de dolor, día y noche,
Escuelas, cuentos de fantasmas,
Alimentos, sueños hipotecados.
Amor, solo odio y venganza.
¿Hasta cuándo Dios, nos crucificaras?

Nota: Dedicado a los explotados madereros de la selva.


Inseguro

Por Felipe Ramos Lima
Corre Julián, galopando
Impávido contra el viento,
Sacudiendo el polvo cósmico
Que a abrevar no llegarás.

Los amantes lloran sus gotas,
Su luto no es negro, si no gris,
Hombre y naturaleza laxos,
Abriendo la boca por chorrito.

Caravanas infinitas en desfiladeros
Opacan el sol, lentos y muertos,
El calcañal sonríe a grietas rojas.
¡Señor ¡¿Dónde la misericordia fecunda?
¡Julián! ¿Has comulgado al morir?
No hay cobija ni al nacer ni al partir,
¿Quién sabe señor?, que soñando vivimos,
¿Habrá salvación para el perjuro?



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